"Protege tu piel durante el tratamiento oncológico" HC Marbella

17.07.2023

Cada vez más se están desarrollando tratamientos oncológicos avanzados, lo que ha llevado a una notable disminución de los efectos secundarios asociados a ellos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el proceso oncológico provoca cambios significativos en nuestro cuerpo, y uno de los órganos más afectados es la piel. Durante el tratamiento, la piel puede volverse más sensible y vulnerable a agentes externos, como la radiación solar. En este artículo, la enfermera Rebeca Román, especializada en oncología y dermoestética en el HC Cancer Center, nos hablará de los efectos adversos más comunes y nos proporcionará consejos sobre cómo cuidar nuestra piel durante el tratamiento para minimizar los efectos secundarios asociados.

Durante el tratamiento oncológico, es común que la piel de los pacientes se debilite, lo que puede ocasionar sequedad, eritemas (rojeces), erupciones y manchas. Para aliviar estos síntomas, es fundamental brindar un cuidado especial a nuestra piel antes, durante y después del tratamiento.

En primer lugar, es importante prestar atención a la preparación de la piel. Debemos ser cuidadosos al elegir los productos de limpieza, optando por jabones Syndet o jabones con un pH neutro. Los jabones Syndet, que son jabones cosméticos elaborados con detergentes sintéticos, permiten limpiar la piel de manera suave, respetando el manto lipídico que la cubre y la protege de factores externos.

En cuanto al tratamiento de la piel durante el tratamiento oncológico, hay varias opciones que podemos considerar. Las mantecas de karité son una excelente opción, ya que son productos naturales ricos en ácidos grasos beneficiosos para la piel. Estas mantecas tienen propiedades hidratantes, antioxidantes y antiinflamatorias, lo que puede ayudar a mejorar la condición de la piel.

Otro componente a tener en cuenta son los productos que contienen ácido hialurónico. El ácido hialurónico es una sustancia producida naturalmente por nuestro cuerpo y está presente en la piel, los cartílagos y las articulaciones. Durante el proceso oncológico, la piel tiende a volverse más fina y rugosa debido a la falta de hidratación. El ácido hialurónico tiene una capacidad excepcional para retener la hidratación, además de tener propiedades regenerativas, cicatrizantes y antiinflamatorias, por lo que puede ser beneficioso para mejorar la condición de la piel durante el tratamiento.

El cuidado diario de nuestra piel durante el tratamiento oncológico es esencial debido a su vulnerabilidad. Para fortalecer la capa protectora de la piel, es fundamental hidratarla dos veces al día y aplicar protección solar de manera adecuada. Se recomienda utilizar productos que contengan vitaminas y ceramidas, ya que pueden ayudar a mejorar la función de barrera de la piel. Además, es importante evitar el uso de productos que contengan alcohol y limitar la exposición solar durante las horas de mayor intensidad.

En cuanto a la aplicación del protector solar, es necesario evitar la exposición directa al sol y aplicar un fotoprotector con un factor de protección solar (FPS) de al menos 50. Es recomendable reaplicar el protector solar cada dos horas en las zonas más expuestas, como los brazos, las manos, los pies y las orejas. Una regla práctica para determinar la cantidad adecuada de crema solar que se debe aplicar en el rostro es la regla de los dos dedos. Cubrir los dedos índice y corazón con crema solar asegurará una cantidad suficiente para proteger el rostro y prevenir la aparición de manchas y eritemas.

El autocuidado durante el proceso oncológico no solo contribuye a mejorar nuestro bienestar, sino que también nos protege de los posibles efectos secundarios de los tratamientos y de la propia enfermedad. Sin embargo, es importante recordar que cada persona y cada tratamiento son únicos, por lo que es fundamental consultar con el médico o la enfermera cualquier tipo de reacción o síntoma que pueda aparecer. El equipo médico está ahí para brindar apoyo y acompañamiento durante todo el proceso de tratamiento oncológico.